"Portal a los Hielos Eternos" |
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Entre todas las historias y comentarios que se han escrito sobre las guerras, se ha repetido en más de una oportunidad que en un conflicto no hay vencedores ni vencidos, sólo sobrevivientes. Esto parece quedar reflejado en la historia de muchos de los veteranos británicos que regresaron a su país tras la victoria en el Atlántico Sur.Asociaciones de ex combatientes del Reino Unido han calculado que la cantidad de veteranos que se suicidaron tras su retorno a la vida en tiempos de paz casi iguala la cifra de soldados muertos durante la guerra de 1982.
La BBC dialogó con Dengil Connick, secretario de la South Atlantic Medal Association (SAMA), quien comenzó por explicar quiénes integran esta asociación.
"La SAMA es básicamente una organización para veteranos del conflicto de 1982, que no sólo incluye a ex combatientes sino también a las familias que perdieron seres queridos en esa guerra y a isleños."La mayoría de los veteranos han sido dados de baja por las fuerzas armadas y ahora son civiles. Las familias han sufrido su pena en estos años y han seguido viviendo.
"Por supuesto, hay un número de ellos, tanto ex combatientes como familiares, que no han podido superar lo que pasó".
-Hay estadísticas que señalan que hubo más muertos después del conflicto que durante los combates. ¿Es cierto esto?
-Una de las dificultades que tenemos para obtener cifras exactas es que no se ha realizado ninguna investigación seria al respecto.
Sin embargo, hay registros llevados a cabo por servicios sociales que hemos estudiado y que nos permiten tener un número aproximado.
La cifra que calculamos es bastante conservadora y no me sorprendería que el número fuera superior.
-¿Cuál es la cifra que ustedes manejan?
-Nuestro número aproximado de soldados que se suicidaron es de 250. Los que perdieron la vida en la guerra fueron 255. En Estados Unidos, donde se han hecho estudios detallados, se ha calculado que mientras 60.000 militares murieron en la guerra de Vietnam, casi tres veces esa cifra se han quitado la vida tras el conflicto, unos 170.000 veteranos.
-Usted que ha estado en contacto con ex combatientes, ¿cuáles son las causas más comunes detrás de esa trágica decisión?
-Existe gran cantidad de síntomas que han sido agrupados bajo la condición denominada PTSD (sigla en inglés de Síndrome de Estrés Postraumático).
Nosotros no teníamos esta terminología y esta clasificación de síntomas a mediados de los años 80. Sí contábamos con otras experiencias bien conocidas de regreso a casa tras una guerra, como en el caso de la Primera Guerra Mundial.
En esa época surgieron varios diagnósticos sobre los individuos que volvieron, pero no se habían detectado algunos síntomas que hoy sí se incluyen dentro del PTSD.
Estos síntomas pueden manifestarse de muchas maneras. Por ejemplo, en los primeros años posteriores a la guerra del 82 hubo soldados que se "encerraron" en sí mismos y no quisieron hablar, ni dejaron que nada ni nadie les recordara sus experiencias durante el conflicto.
Por eso, evitaron cualquier contacto con sus anteriores camaradas, con todo lo relacionado con su vida militar y lo que vivieron: desde no ver películas bélicas, hasta evitar cualquier cosa que les produjera un flashback o visión del pasado.
En cierto sentido, es un recuerdo que se vuelve tan real que la persona se retrotrae a la situación en la que fue testigo de eventos terribles en pleno combate.
-¿Cuál es entonces el trabajo de una asociación como la suya?
-Nosotros tratamos de mantener en contacto a todos los que participaron en el conflicto. Si alguno de nuestros miembros está en apuros o necesita algo, tratamos de que tenga la atención y la ayuda necesaria.
Tenemos un gran apoyo de las que eran nuestras unidades militares en las tres fuerzas. A su vez, estamos vinculados con sociedades de beneficencia. También contamos con ayuda del gobierno de las islas.
Podríamos tener más colaboración de nuestro propio gobierno. No digo que no haya sido solidario, pero hay determinadas áreas en las que tratamos de que la ayuda sea mayor.
-Señor Connick: ¿cuál fue su experiencia en la guerra de 1982?
-Yo pertenecía a un regimiento de paracaidistas.
Estuvimos involucrados en batallas realmente encarnizadas, como las que se libraron en las afueras de Port Stanley, en el monte Longdon.
Llegamos a pelear con nuestras bayonetas en combates cuerpo a cuerpo, de trinchera a trinchera. Experimentamos todo lo que se puede llegar a vivir en una guerra.
Yo fui herido y me volaron una pierna. Por eso fui dado de baja, así que mi experiencia fue terrible.
Estracta:
Diario Crónica (02/04/03)
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