"Portal a los Hielos Eternos" |
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A los amantes de la historia basada exclusivamente en "fechas y batallas", aquella que nos arruinaba la mente en el secundario, a los que siguen queriendo ver un San Martín exclusivamente militar, hay que recomendarles que analicen las actitudes de José de San Martín en su rol como político, las acciones de quien durante tres años gobernó con gran eficiencia, equidad y honestidad a las provincias cuyanas.Durante aquel fructífero período fomentó la agricultura y la elaboración del vino regional. Con la ayuda de fray Luis Beltrán, San Martín alentó la industria metalúrgica, imprescindible para la fabricación de fusiles y cañones. Modificó el sistema impositivo preocupándose por que los más ricos pagaran más.
El gobernador le dio una enorme importancia a la educación popular y fundó bibliotecas y escuelas. Estas ideas liberales están claramente expuestas en la circular dirigida a los preceptores de las escuelas públicas desde el campamento de El Plumerillo, fechada el 17 de octubre de 1815:
"La educación formó el espíritu de los hombres. La naturaleza misma, el genio, la índole, ceden a la acción fuerte de este admirable resorte de la sociedad.
A ello han debido siempre las naciones las varias alternativas de su política. La libertad, ídolo de los pueblos libres es aún despreciada por los siervos, porque no la conocen. Nosotros palpamos con dolor esta verdad.
La Independencia Americana habría sido obra de momentos si la educación española no hubiera enervado en la mayor parte nuestro genio. Pero aún hay tiempo.
Los pobladores del nuevo mundo son susceptibles de las mejores luces. El Gobierno le impone esmero y vigilancia en inspirarles el patriotismo y virtudes cívicas, haciéndoles entender en lo posible que ya no pertenecen al suelo de una colonia miserable, sino a un Pueblo libre y virtuoso."
Se ocupó personalmente de mejorar el sistema carcelario, ordenando la construcción de un nuevo establecimiento, y dictando un reglamento sobre orden, higiene y visitas.
En los considerandos del documento redactado el 23 de marzo de 1816, decía algo que les vendría muy bien a nuestros contemporáneos partidarios de la "mano dura":
"Me ha conmovido la noticia que acabo de oír, de que a los infelices encarcelados no se les suministra sino una comida cada veinticuatro horas. La transmito a V.S., sin embargo del feriado, para que penetrado de iguales sentimientos propios de su conmiseración, se sirva disponer se les proporcione cena a horas que no alteren el régimen de cárcel.
Aquel escaso alimento no puede conservar a unos hombres, que no dejan de serlo por considerarlos delincuentes. Muchos de ellos sufren un arresto precautorio sólo en clase de reos presuntos."
Créditos:Publicado en el Diario Clarín (17/08/06)
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