Parece que habrá que esperar un tiempo más para saber dónde se encuentra enterrado Cristóbal Colón. Según anunciaron este mediodía investigadores españoles, habrá que esperar un análisis comparativo de ADN entre los restos que se atribuyen al navegante en España con aquellos que descansan en República Dominicana para ponerle fin a la polémica.

El informe preliminar fue presentado por un equipo de científicos de la Universidad de Granada, que bajo el programa "Cristóbal Colón, la revelación de un enigma", realizó un trabajo de tres años en el que se llevaron a cabo investigaciones genéticas y antropológicas destinadas a descubrir la ubicación exacta de la tumba del navegante.

Los científicos explicaron que, por el deteriorado estado de los huesos encontrados en España, para terminar con el misterio habrá que compararlos con aquellos que reposan en Santo Domingo. Pero la misión no será fácil: República Dominicana, país en el que el tema es casi una cuestión nacional, todavía no dijo si permitirá que se lleve adelante el estudio.

Si todo sale tal cual lo previsto, y si se consigue la autorización dominicana, se espera que el enigma del paradero de los restos de Colón pueda develarse en mayo de 2006, cuando se cumplirá el quinto centenario de la muerte del navegante.

Las investigaciones incluyeron la exhumación y análisis de ADN de los restos atribuidos a Colón, su hermano Hernando y su hijo Diego, todos enterrados en Sevilla.

Durante el programa, se demostró una probable "vinculación filial" entre los presuntos restos de Colón y los de su hijo Diego, lo cual "es un gran paso", según afirmó el profesor José Antonio Lorento, uno de los líderes del proyecto.

De acuerdo a los análisis realizados a los supuestos restos de Colón, constituidos por pequeños fragmentos que apenas alcanzan los 150 gramos de peso, el navegante tuvo un cuerpo medianamente robusto, de origen mediterráneo, y murió cuando tenía entre 55 y 70 años.

Pero estas pruebas no son definitivas hasta que se pueda hacer una comparación con los restos que descansan en República Dominicana. Hasta el momento, según el grupo de científicos, sólo hay una certeza: más allá de dónde se encuentren, deberá cumplirse la voluntad de Colón, que pidió que su cuerpo descanse en la isla caribeña.  

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Publicado en el Diario Clarín (01/10/04)