"Portal a los Hielos Eternos" |
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Fotografía de la cara oculta de la Luna.
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"La Luna tiene un olor distintivo", así han definido el aroma del satélite algunos de los astronautas, tripulantes de las misiones Apolo, que han viajado hasta allí. Todos ellos coinciden en que es difícil de describir, aunque la mayoría lo relaciona con el olor a pólvora quemada.Un total de doce astronautas de la NASA consiguieron alunizar a lo largo de la historia y sentir la suciedad de polvo de la Luna. Son un grupo de élite que en Estados Unidos es conocido como "la docena polvorienta".
Muchos de ellos trabajan ahora con científicos lunares para tratar de comprender exactamente lo que el aroma de la Luna lleva hasta la nariz del astronauta."Todo lo que puedo decir es que la impresión instantánea de todos los que hemos pasado por allí, cuando nos quitamos el casco, es que el polvo fresco que se olía en la cabina era una especie de olor a la pólvora quemada", ha explicado el exastronauta del Apolo 17 Harrison Jack Schmitt, un científico-astronauta que caminó por la superficie del satélite en 1972.
Uno de los tripulantes del Apolo 11, Buzz Aldrin, también recuerda el olor de la Luna. Señala que cuando Armstrong regresó al módulo, lo presurizó, y sus trajes y equipos estaban sucias por el polvo lunar.
"Ese polvo tiene un olor definido. A carbón quemado o similar a la ceniza de una chimenea, especialmente si se espolvorea agua sobre ellas", ha indicado.Aldrin y Armstrong recogieron de sus trajes polvo lunar "al azar" con el fin de que fuera estudiado a su vuelta. El polvo lunar es 50 % óxido de silicio cristalizado, generado por los impactos de asteroides contra el satélite.
La otra mitad se compone de minerales como hierro, calcio, magnesio, olivino o piroxeno y aglutinados que no existen en la Tierra y que el cuerpo humano no puede expulsar eficientemente por no estar acostumbrado a ellos. De hecho, Schmitt y el astronauta del Apolo 16 Charlie Ducke presentaron síntomas febriles después de aspirar polvo lunar en sus misiones.
Todavía no se ha dado con ninguna teoría que explique de dónde viene el olor a pólvora quemada, pero una pista de lo que puede estar pasando es que en la Tierra ni el polvo ni las rocas lunares presentan ningún tipo de olor.
El director del Instituto de Geociencias Planetarias en la Universidad de Tennessee, Larry Taylor, ha explicado que lo que siente la membrana mucosa de los astronautas en esos momentos es una activación por lo que se conoce como enlaces colgantes.
Taylor ha explicado que, por ejemplo, cuando un geólogo rompe una roca en la Tierra, lo que huele es el aroma generado por el aplastamiento de minerales, eso es lo que se llama enlaces colgantes.
Créditos:
- Publicado en el Diario Clarín. (27/08/14)
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