Enciendan motores porque el auto eléctrico se acerca cada vez más. España anunció hoy el inicio de un plan piloto con el que pretende poner en circulación cientos de estos vehículos que se recargarán en la vía pública.

¿Cómo?. Convirtiendo cabinas telefónicas en desuso en centros de recarga e instalando una tecnología similar en estacionamientos públicos. La idea es contar en un par de años con al menos 2.000 vehículos que cuenten a su vez con 500 lugares en donde recargar su batería.

España -a través de Madrid, Sevilla y Barcelona- se mete de lleno así al nuevo frenesí por los coches eléctricos, y de golpe apunta a una solución al mayor problema de estos vehículos: ¿dónde recargarlos?.

Y es que si pretendemos que los más de 800 millones de autos que circulan en el mundo sean eléctricos habrá que pensar en cómo reemplazar las gasolineras.

En Londres, el distrito de Westminster comenzó hace un par de años un programa similar por medio del cual -pagando una tarifa anual-, los dueños de coches eléctricos pueden recargar y estacionar su vehículo en las calles de Westminster cuantas veces lo deseen.

En la capital británica se instalaron unos pequeños postes -sólo en Westminster-, en donde la batería del auto recupera la vida. Además, los conductores de estos vehículos reciben exenciones fiscales y estacionamiento gratuito (en España la propuesta es similar) en lugares con parquímetro.
 

Infraestructura

Hasta ahora el mayor enemigo de los coches eléctricos ha sido la infraestructura de recarga. De hecho los primeros motores y autos eléctricos se inventaron en el siglo XIX, pero pronto fueron abandonados ante el costo que representaba el llenar la batería cada vez que se vaciaba. La gasolina era más práctica y a nadie le preocupaba eso de andar contaminando.

Pero el nuevo furor ambientalista por los autos eléctricos ha provocado que la creatividad resuelva el problema. La empresa Better Place -que opera principalmente en Israel- propone una alternativa interesante. En vez de construir innumerables centros de recarga, lo que sugieren es contar con estaciones de renta de batería.

Por una cantidad fija, los conductores pueden cambiar su batería cada vez que ésta va a vaciarse y sólo preocuparse por recargarla en su casa. El usuario no paga por la gasolina, perdón por la electricidad, sino por la renta de la batería.

España también piensa en utilizar los postes de alumbrado público como opción de recarga, siguiendo la línea de las olvidadas cabinas telefónicas. Y seguramente algún lector de este blog tendrá una buena idea de algún espacio público en desuso que pueda utilizarse para tal efecto.
 

Velocidad

La velocidad de estos autos ha sido también otro de sus talones de Aquiles. En muchos de los coches que están en el mercado la velocidad máxima no supera los 80 kilómetros por hora y la batería dura sólo un par de horas.

Pero ahora cada vez más fabricantes como Citroen, Opel y Mitsubishi están presentando vehículos con mayor rendimiento. Incluso Tata Motors -fabricantes del coche más barato del mundo- anunció la puesta en producción de dos nuevos vehículos, uno de los cuales podría alcanzar hasta 110 kilómetros por hora.

Aunque quizá el que los autos eléctricos vayan más lentos quizá no sea tan mala idea. Y es que una de las preocupaciones que generan es el que su motor es mucho más silencioso que el de los autos convencionales y eso puede ser un peligro para los peatones.

Muchas personas se guían por el ruido de un motor antes de cruzar la calle, sin mirar al atravesar de acera a acera, y algunos otros, como las personas con ceguera, no tienen otra alternativa más que su sentido autditivo.

Es por ello que algunos fabricantes están pensando en poner a los coches eléctricos sonidos artificiales que permitan que estos puedan ser claramente identificados.
 

Créditos:

Por David Cuen. Publicado en el Sitio BBC Mundo (09/09/09).