El monumento natural Bosque Petrificados ubicado en Jaramillo (Provincia de Santa Cruz), se encuentra entre el olvido y la irresponsabilidad del gobierno nacional y provincial. Uno de los mayores problemas que subyace en ellos es el indiscriminado saqueo natural y las condiciones en las que conviven los guardianes del lugar.

El Monumento Natural 'Bosques Petrificados', se creó en el año 1954 para preservar la integridad de uno de los únicos bosques en estado de petrificación en el mundo.

Se encuentra situado al noreste de la Provincia de Santa Cruz, en el Departamento Puerto Deseado, 150 Km. al oeste de dicha localidad.

La población más cercana es Jaramillo, a 135Km. Esta zona se encuentra ubicada dentro de la eco-región de la estepa patagónica.

La administración de Parques Nacionales yace en permanente gestión para incluir a dos nuevas estancias naturales, que se sumarán al Monumento Natural, llegando a cubrir unas 60 mil hectáreas.

Para arribar a la reserva fósil (una de las más importantes de la Argentina) hay que tomar como referencia a las ciudades Puerto Deseado y Caleta Olivia.

Desde ambas, hay que trasladarse hasta la localidad de Fitz Roy. Desde Puerto Deseado la distancia es de 126 Km.; mientras que desde Caleta Olivia lo separan 87 Km. hasta Fitz Roy.

Luego de arribar al pueblo santacruceño por Ruta Nac. N° 3 en dirección sur a 70 km, hasta el empalme con la Ruta Provincial N° 49, comienzan los 50 Km. de ripio que separan el asfalto de los bosques.

Al finalizar los 50 Km. de ripio, se encuentra la casa del guardaparque. La misma es utilizada como museo para los visitantes. El guardián del lugar vive con su esposa e hijos.

Desde el mes de Octubre y extendiéndose hasta Marzo, jóvenes estudiantes de diferentes disciplinas entre ellas, Biología, Geología, Turismo, etc.; acompañan al visitante en el recorrido e historia del lugar.

Estos bosques se originaron en un suelo muy diferente al actual desierto. La cordillera de Los Andes no existía cuando empezaron a nacer los frondosos bosques de la Patagonia, ayudados por los vientos y lluvias que provenían del océano Pacífico.

En el área se encontraban diferentes especies, entre ellas, la más importante "araucatis mirabilis" o araucaria.

Los movimientos volcánicos y la conformación de la cordillera provocaron la devastación de la vida natural de esta zona. El bosque quedó sepultado bajo las cenizas y un largo proceso posterior produjo la muerte súbita del mismo.

El bosque petrificado que hoy se contempla data de más de 1.400.000 años, transformándose en uno de los más grandes del planeta. Entre los ejemplares que se pueden encontrar, tenían 1000 años antes de ser devastados por las cenizas volcánicas.

Debido a que los troncos no han sido removidos por la erosión y por mantener sus raíces, puede inferirse que es un bosque y no un afloramiento.

Dentro de los problemas naturales a los que se somete esta zona, se encuentra el sobrepastoreo del ganado ovino, produciendo la desertificación del suelo, ya que esta especie animal se alimenta de las plantas, arrancándolas de raíz.

En el caso de los guanacos, que también habitan en el sector del monumento, y el extenso territorio patagónico, comen las especies herbívoras cortando solamente la parte superior.

También existen problemas externos a la naturaleza: la irresponsabilidad y saqueo por parte de las personas. El turismo trae aparejado consigo el sistema de desaprensión, ya que en su mayoría, deciden llevarse como souvenir, algún recuerdo del yacimiento fósil.

Otra de las irresponsabilidades y desatención constante, proviene del Gobierno de la Provincia de Santa Cruz y del sector Nacional, ya que si uno visita la reserva, se puede encontrar con un área desprovista de agua potable, señalización, mantenimiento y apoyo económico.

Casi todo lo que se hace en este lugar, se lleva a cabo a pulmón, con el sacrificio de muy pocas personas que intentan conservar un asentamiento único, que es de todos.

Es imposible no perderse, para aquel que acude con ansias de conocer el lugar. El camino desde Fitz Roy hasta el empalme con la Ruta N° 49 se encuentra actualmente carente de carteles de señalización.

Con suerte, el que quiera acceder a los Bosques, podrá visualizar el insignificante y arruinado cartel, que debe tener no menos de treinta años.

La ausencia de camping por la falta de agua potable, hace que el visitante no pueda pernoctar en el lugar, optando obligatoriamente a acceder en el horario matutino y tarde.

Si bien la conservación del monumento natural 'Bosques Petrificados', está siendo abordada desde la conciencia y compromiso del guardaparque, su familia y los pasantes, las autoridades provinciales y nacionales podrían sumarse a la causa para el óptimo funcionamiento de las instalaciones, la potencial construcción de una hostería fuera del área fosilizada (para el mantenimiento del lugar), como así también la publicidad que se merece esta maravilla mundial que nos pertenece a todo el pueblo argentino y el mundo.  

Crédito:

Javier Alejandro Tucci, Licenciado y Profesor en Comunicación Social. (25/05/07)