Caleta Olivia - Santa Cruz - Argentina
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Economía

Situación laboral de la Provincia de Santa Cruz
 
La situación laboral de la Provincia de Santa Cruz ha llegado a un punto extremadamente crítico a principios del 2.000.

Y en este aspecto la descompensación y los desequilibrios regionales resultan una herida abierta que atenta contra la integridad y armonía social.

En Santa Cruz se han desarrollado privilegios por el solo hecho de "ser" o "estar".

No es lo mismo nacer o vivir en Río Gallegos que en Caleta Olivia o en Río Turbio o en Pico Truncado o en Las Heras, o en cualquier pueblo del interior provincial.

Una de las hermosas vistas turísticas. En ésta década el santacruceño que tuvo por suerte nacer en Río Gallegos está salvado y quién tuvo la desgracia de nacer en el interior está condenado (especialmente en la cuenca petrolera del golfo San Jorge).

Desde el momento mismo de su nacimiento el santacruceño emerge un una situación económico-social que vulnera el principio de igualdad de oportunidades.

Río Gallegos, Capital de la Provincia de Santa Cruz, ciudad administrativa, se ha constituido en la urbe que gasta los recursos que en el interior de la provincia se producen.

Por eso en Río Gallegos hay un aceptable 4% de desocupación, que contrasta con el doloroso 30% de Caleta Olivia y con el dramático 40 % de Pico Truncado.

Por eso la mayoría de las comunidades del interior provincial soportan la carga de la desesperanza cuando vislumbran el fin de un proyecto de provincia asentado sobre pilares que se derrumban frente a un Estado sin imaginación y sin respuestas.

Un Estado ocioso que ha marcado a fuego desde el principio mismo de su historia institucional el estilo de no hacer nada. Sin ideas, sin acción y sin esfuerzos. De recibir y de gastar.

Un Estado que se asentó sobre filosofías retrógradas: se puede vivir de rentas y por siempre en Santa Cruz. Justamente por esto es que gastó mucho y se invirtió poco, muy poco, casi nada.

Esta filosofía impulsó a un Estado a dejar hacer. A YPF, a Gas del Estado, a YCF, a las Fuerzas Armadas, empresas e instituciones que no solamente se hicieron cargo del desarrollo y el sostén económico de las comunidades del interior, sino que además contribuyeron con parte de su renta a fortalecer el centralismo dotando de recursos inimaginables al Estado Provincial asentado en Río Gallegos.

En la "división provincial del trabajo" se gestaron dos concepciones sociales, que alcanzan la dimensión de culturas: una, la de la producción neta, generadora de enormes recursos a base del esfuerzo y el sacrificio de su gente, y la otra: la de la administración pública, en la que muy pocos pierden el tiempo en reflexionar como se generan los recursos que deben administrar.

Simplemente se distribuyen y se gastan. Nadie se toma el trabajo de imaginar que tales ingresos provienen de una renta que en los tiempos de la historia pueden resultar efímeros, porque provienen de la explotación de fuentes no renovables, que indefectiblemente se agotan, o más tarde o más temprano.

Las comunidades del norte santacruceño son la "periferia de la provincia" de la misma manera que Santa Cruz conforma la "periferia de la patria", según quienes la gobiernan.

Hoy el Estado Provincial dispone de cientos de millones de dólares que debieran pertenecer a todos los santacruceños. Pero en rigor de verdad fueron generados por muy pocos.

El 85% de esos cientos de millones de dólares tienen su origen en el esfuerzo de los trabajadores de Caleta Olivia, Cañadón Seco, Koluel Kaike, Pico Truncado y Las Heras.

Paradójicamente son esos mismos trabajadores, hoy desocupados, los que deben soportar los embates de una situación económica que se torna insostenible.

Trabajadores sin esperanzas, sin destino, sin una luz al final del túnel que abrigue posibilidades de progreso y bienestar ni para ellos ni mucho menos para sus hijos.

Son ellos, hoy por hoy, los trabajadores desposeídos, los padres inmigrantes de hijos emigrantes.

No hay dudas: hemos tocado fondo.

Debemos inaugurar una etapa distinta.

Una etapa renovadora de esperanzas nuevas. Debemos buscar la salida que nos contenga a todos.

Que sirva para el desarrollo de nuestra generación y de la que nos está golpeando la puerta.

Procurar el destino en recetas agotadas sería no solo un empecinamiento absurdo, sino además un suicidio colectivo.

Porque no hay futuro que contenga nuestras demandas en el petróleo, tampoco en el gas y mucho menos en la administración pública. Estos son proyectos que se agotan, que no alcanzan para contener a los que están y mucho menos para pensar en los que vienen.

Trabajadores del Petróleo. Debemos reflexionar sobre el futuro, debemos pensar en el desarrollo, debemos abrazar la empresa que nos pueda contener, que nos llene de esperanzas en la seguridad que vale la pena seguir apostando a Santa Cruz.

Porque si no lo hacemos seremos condenados por la historia. Seremos nosotros, los santacruceños que malgastamos en una generación los recursos que debieron ser invertidos en un proceso de desarrollo sustentable.

Una generación irresponsable que malversó la oportunidad que la historia puso a su paso. Una generación egoísta que todo lo que tuvo dilapidó.

Debemos invertir los recursos que disponemos en generar las condiciones de desarrollo. El gobierno debe entender que la plata que tiene depositada en bancos norteamericanos fue generada en la zona norte; por los mismos que hoy sufren la condena de la desocupación y con ella la postergación de sus legítimas ilusiones.

Se hace indispensable la reparación histórica. Parte de estos recursos deben ser invertidos en un proyecto de desarrollo pleno, que contenga a los que están y que convoque a los que esperan.

Por esto presentamos una idea. Idea que nace de esta necesidad. Una idea que debe ser explorada y enriquecida. Una idea que debe ser proyecto. Un proyecto que puede ser realidad. Una realidad que será la solución.

Estamos seguros que es la salida. Estamos convencidos que con ello se aviene para Santa Cruz una nueva oportunidad. Y por esto vale la pena. Vale la pena porque se piensa esencialmente en el trabajo y en el desarrollo pleno.

Vale la pena porque se pretende la lucha contra las condiciones geomorfológicas que nos condenan al desierto.

Porque básicamente se trata de llevar agua que les está faltando a todas las comunidades de la región del Norte Santacruceño.

La Cementera de Pico Truncado

Que tendrá razón de ser en función de la misma obra Acueducto Lago Buenos Aires - Puerto Deseado, en lo inmediato. Y sustentará su tarea hacia el futuro con la salida del producto hacia los mercados del Atlántico, a través del ferrocarril a Puerto Deseado o por la misma infraestructura del Puerto Caleta Paula.

La Destilería de Petróleo de Caleta Olivia

Que podrá sustentarse y sostenerse únicamente con el mercado regional generado con una región en expansión con demanda creciente de los productos que la destilería podrá producir en función del crudo de la región.

Esta destilería, entonces sí, podrá convertirse en la proveedora del combustible líquido para los vehículos de explotación de las regiones agropecuarias promocionadas.

Y si bien solo esto justificaría la obra, se trata de más. De mucho más. Se trata de prepararse para las obras que desde la Nación se están anunciando.

Para estar preparados. Para no perder el tren. Para no quedar a la zaga del progreso, cuando éste se produzca, otorgándonos una nueva forma, abriendo una nueva puerta que nos conecte con el Mundo.

El Ferrocarril Transpatagónico

Complejo Ferroportuario que tendrá una de sus terminales en la localidad de Las Heras, punto de conexión con nuestro ferrocarril provincial.

El transpatagónico, necesario para el desarrollo regional. Oportunidad que abrirá un abanico de posibilidades para llegar con nuestros productos a puntos de embarques distintos, incluso a los mercados del Pacífico.

El Corredor Bioceánico

Que conectado al Ferrocarril Transpatagónico, que vinculado al ferrocarril del norte santacruceño, a su vez conectado a la Zona de Producción e Industrialización agropecuaria, que contactado a la Cementera de Pico Truncado y a los Puertos Deseado y Caleta Paula, generarán las condiciones para que todos nuestros productos, los que llevarán la calidad de "producto de la Patagonia Central" lleguen al mundo a través de los puertos del Atlántico y también los del Pacífico.

El Turismo

De retener en nuestra región a los miles de turistas que están de paso o hacia el norte o hacia el sur. De potenciar nuestros contrastes. De sumar posibilidades a nuestras riquezas arqueológicas del Río Pinturas, nuestras riquezas fósiles del Bosque Petrificado y nuestras bellezas de la Ría del Deseado.

De nuestros paisajes cordilleranos, de nuestros lagos, nuestras costas y el paisaje natural y salvaje de nuestros desiertos. De nuestra flora y fauna. Se trata de amalgamar nuestra región en un cúmulo de alternativas, incorporando a la vista del viajero la obra que surge del trabajo del hombre y la mujer santacruceños.

Allí en el resultado del esfuerzo humano surge un paisaje distinto que vale la pena mostrar al mundo.  


Créditos:
Este artículo fue plagiado del Sitio Multipropósito Valle Deseado.

 



 
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