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El nuevo símbolo del offshore en Argentina será arrastrada por los remolcadores “John Coghill” y “Seacor Grant” hasta dejarla a sólo dos millas de la costa, en línea recta al puerto Caleta Paula, donde anclará cuando descienda hasta apoyar en el lecho marino sus tres enormes torres metálicas.Ciertamente, salvo las autoridades de Prefectura Naval, en esta ciudad nadie se esperaba la grata sorpresa que representó la llegada de esta estructura “jack up” que comenzó a visualizarse apenas despuntó el amanecer, ya que si bien se la esperaba por estas latitudes esta misma semana, la comunidad en general no pensaba que iba a estar tan cerca de la costa.
Diario Patagónico fue el único medio periodístico del país que tuvo la posibilidad de circunnavegar ayer por la mañana la plataforma a bordo del guardacostas “Lago Buenos Aires” de la Prefectura.
También pudo ascender a uno de los remolcadores que se constituyen en vitales soportes, pudiendo incluso constatar que al avanzar las horas del día comenzó un operativo helitransportado del nuevo personal profesional -de un total de 100-, que estará a cargo de las perforaciones en el subsuelo marino, en su mayoría de nacionalidad argentina.
La “Ocean” se quedará frente a las costas caletenses por un lapso se aproximadamente diez días.
El primer pozo frente a ComodoroDe hecho, todos los indicios parecen confirmar que el primero de una serie de cuatro pozos se ejecutará en pocas semanas más en aguas del Golfo San Jorge, aproximadamente a unas 30 millas náuticas frente a Comodoro Rivadavia, en el marco del proyecto Aurora cuya responsabilidad operativa estará a cargo de YPF.
Meses más tarde, la “Ocean Scepter” será transportada hasta el Estrecho de Magallanes, donde ejecutará una tarea similar, en este caso denominado proyecto “Helix 2”, que será dirigido por el grupo ENAP–Sipetrol, que junto con YPF y ENARSA (Energía Argentina S.A) son los responsables de la campaña de exploración offshore que demandará una inversión de aproximadamente 150 millones de dólares.
De hecho, esta actividad hace evocar la tarea desplegada hace 30 años en el Golfo San Jorge por la semisumergible “General Mosconi”, luego de que se realizara un relevamiento sismográfico.
Demasiadas banderasEl buque “Talismán”, que fuera especialmente adaptado para transportar la plataforma, lleva la bandera de Curaçao, islas que en su momento pertenecieron a Holanda, país al cual pertenece el navío.
En tanto, la propia “Ocean Scepter” enarbola obra bandera de conveniencia, la de las Islas Marshall, ubicadas en el Océano Pacífico, mientras que los remolcadores que provienen de Port Fouchoum, llevan las insignias de los EE.UU. y de la compañía a la que pertenecen. Y en todos los casos, también flamea la Bandera Argentina.
Como hecho significativo, los remolcadores de gran porte tienen un capitán estadounidense y dos argentinos.
En el caso del “John Coghill”, esa comandancia la ocupan Walt Simpson, Carlos Mateos y Jorge Arias, en tanto que en el “Seacor Grant” el nombre del capitán norteamericano es Brad Pith, mientras que los argentinos son Leonardo García y Marcelo Oliva.
Hoy flotaDe acuerdo a lo informado a Diario Patagónico por los capitanes del remolcador “John Coghill”, el buque que trajo a la plataforma se desplazó a un promedio de 14 nudos por hora y como en casi todo el trayecto hubo buenas condiciones climáticas, en cierta manera el arribo a Caleta Olivia se hizo con cierta antelación.
Asimismo, indicaron que se optó por fondear frente al puerto Caleta Paula (ubicado inmediatamente al sur de esta ciudad), ya que la zona ofrecía mejores condiciones de protección ante adversidades hidrometeorológicas.
Como las condiciones del tiempo continuarán siendo excelentes, de acuerdo a previsiones meteorológicas, el buque Talismán hará ingresar agua de mar en sus tanques hasta tener el lastre suficiente que le permita bajar su línea de flotación y de esta manera permitir que la “Ocean Scepter” comience a flotar por sí sola.
Cuando ello ocurra, se atarán gruesos cabos a los remolcadores que la arrastrarán hasta situarla a sólo dos millas de la costa (menos de cuatro kilómetros).
Una vez que se elija el punto exacto, la plataforma descenderá sus tres patas para anclarse en el subsuelo marino y comenzará una serie de trabajos de alistamiento operativo, ya con casi la totalidad de su tripulación.
Los remolcadores que provienen de Estados Unidos contarán también con el apoyo de “El Luchador”, otro navío de esas características que viene operando en puertos argentinos.
Créditos:Publicado en el Diario El Patagónico (10/09/08)
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