El día estaba sumamente caluroso y soleado, ideal para recibir a la comitiva encabezada por el gobernador Sergio Acevedo que asistió a la inauguración del Criadero Choiquesur, del productor Antonio Tomasso, quien se dedica, desde el año 1991, a la cría intensiva de choiques (o ñandú petiso) en cautiverio.

Fue el martes al mediodía, cuando llegaron las autoridades a la estancia "Los Machos", ubicada a 50 kilómetros de la localidad de Puerto San Julián, para dejar oficialmente inaugurado el criadero, conocer las instalaciones, interiorizarse sobre las características de esta especie y degustar espectaculares platos de choique en el almuerzo, especialmente preparados por un chef.

En principio, Tomasso recibió a las autoridades en el parque de la casa principal. Allí estuvo el gobernador Acevedo acompañado por el vice Carlos Sancho; el ministro de Economía, Luis Villanueva; el secretario de la Producción, Oscar Domínguez, el intendente Nelson Gleadell, autoridades del Programa Nacional del Choique, diputados, funcionarios, productores, representantes de las Asociaciones Rurales de San Julián, Río Gallegos, Piedra Buena y Puerto Deseado, y el presidente del Consejo Agrario Provincial (CAP), Luis María Campos junto al vocal director Tomás Sosa.

En su discurso de bienvenida, el propietario de Choiquesur agradeció especialmente por el apoyo y colaboración a toda su familia, al gobernador Acevedo, al coordinador del Programa Provincial del Choique, Raúl Clarke y a las autoridades del CAP.

Luego, el gobernador cortó la cinta y dejó oficialmente inaugurado el criadero, y todos los integrantes de la comitiva recorrieron las instalaciones: el laboratorio, la sala de incubación, la sala de nacimiento de los pichones, entre otras. También se hizo una visita guiada por los corrales donde crían los choiques en cautiverio y donde están los charitos.

Cuando llegó la hora del almuerzo, el chef presentó variados y deliciosos platos con choique: empanadas, escabeche, sorrentinos, lasagna, paté; y por último, el menú vedette: choique a la cazadora. Finalmente, Tomasso proyectó un video del CAP sobre la cría y características de esta especie y recibió las felicitaciones de las autoridades, que quedaron muy impresionadas por la calidad de las instalaciones y la pasión del productor por los choiques.
 

El choique

El choique o ñandú petiso es un ave no voladora que pertenece al grupo de las ratites (o corredoras), exclusiva de las planicies abiertas de Sudamérica.

Por su semejanza con el avestruz africano se los llama comúnmente avestruces sudamericanos. Sin embargo, tienen diferencias, siendo las más notables la presencia de tres dedos y el menor tamaño de los ñandúes, que rara vez excede 1,40 m.

Los ñandúes se adaptan a una gran variedad de climas y alcanzan la madurez sexual hasta los dos o tres años. Generalmente, el tamaño corporal y la coloración del plumaje de los adultos permiten diferenciar ambos sexos, aunque también pueden ser identificados por inspección de la cloaca, a partir de los primeros meses de vida.

Durante la estación reproductiva, el macho se torna agresivo, emite fuertes bramidos y realiza elegantes movimientos con sus plumas. Él es quien construye el nido, incuba los huevos y cuida a los pichones.

Cada hembra puede colocar entre 20 y 50 huevos por temporada, desde fines del invierno hasta comienzos del verano. El harén está compuesto por un macho y de una a quince hembras. Esto varía según la zona, ya que parece estar muy afectado por la oferta alimenticia.

Los adultos alcanzan una altura promedio de 1,10 m. y poseen plumaje gris pardusco o castaño con motas blancas. Los machos y las hembras son muy similares.

El choique ha sido una de las especies de la fauna silvestre a la que más uso le ha dado el hombre en la Argentina.

Para los aborígenes patagónicos era el alimento preferido junto con el guanaco, y lo aprovechaban íntegramente: la carne, cartílagos y grasa eran consumidos para la alimentación, las plumas como ornamento, abanicos y espantamoscas, los tendones de las patas eran usados en la confección de sogas para boleadoras, los huesos para instrumentos musicales, el cuero para tabaqueras y alforjas, y la cáscara de los huevos y la barba de las plumas como medicinas.
 

Choiquesur

Este criadero cuenta con una infraestructura de las más importantes de nuestro país. Lleva cuatro años en la producción e intenta comercializar todos los productos derivados del choique: carne, cuero, plumas, grasa, huevos.

El objetivo principal es lograr una calidad óptima de los productos, y para ello se realizan investigaciones en el laboratorio y análisis nuticionales y sanitarios para mejorar la calidad de origen.
 

Créditos:

Publicado en el Diario Crónica (19/02/06)