"Portal a los Hielos Eternos" |
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Con la intención de relevar los múltiples lugares de pesca que existen en nuestro país, un equipo de "Pesca al Día" encabezado por Luciano Zorzoli y el lugareño Oscar Cabrera llegó hasta la localidad de Puerto San Julián, en la provincia de Santa Cruz, distante 2.600 kilómetros de nuestra ciudad, en búsqueda de las distintas y variadas clases de escualos que se capturan en ese sector de la costa patagónica, entre los que sin dudas se destaca el codiciado y peleador tiburón gatopardo.El fin de semana anterior a nuestro arribo a San Julián se había llevado a cabo un torneo de pesca de escualos en el que se lograron totalizar catorce capturas, todas de medianos portes. El primer puesto del certámen fue obtenido por un pescador de la zona que logró cobrar un respetable cazón que orilló los diez kilos de peso.
Pero viajar hasta Puerto San Julián, por lo general, no solamente tiene como único objetivo el de la pesca deportivo, ya que el encantador paisaje santacruceño y su rica fauna, constituyen atractivos que completan un viaje o unas vacaciones que tendrán todos los ingredientes para ser siempre muy gratamente recordadas.
Además, hay que decir que la sola salida de pesca en aquellos parajes, indefectiblemente, hace que el pescador entre en contacto con las más espléndidas expresiones de la naturaleza del lugar.
TempranoEn nuestra primera salida el amigo Oscar Cabrera nos esperaba para partir de la zona de la reserva bien temprano en la mañana. Camino al mar, lo magnífico del paisaje nos seguía sorprendiendo, lo mismo que un curioso y audaz ñandú que corrió varios metros al lado de nuestro vehículo para luego desviarse y perderse en la inmensidad patagónica.
También y por tratarse de una reserva provincial protegida, es habitual que pasten junto al camino maras, guanacos y liebres, que no se asustan cuando pasan los rodados.
Habíamos partido antes de las 8 debido a que ese día la pleamar de la primera mitad de la jornada estaba prevista para las 11; la idea era aprovechar un par de horas antes de la máxima creciente para seguir pescando durante algunas horas después.
Luego se sumaron algunos pescadores más que acampaban en la playa y que se acercaron a compartir la jornada.
Una característica importante y muy beneficiosa para la pesca deportiva que hay que destacar de este lugar, es que por ser zona de acantilados no se necesita realizar grandes lances para poder pescar; a no más de cincuenta metros de la línea de costa la profundidad supera con facilidad los diez metros.
Por ello es que para poder capturar uno de los grandes escualos de las aguas del sector no es necesario de un campeón de lanzamiento.
CarnadasSi bien en toda salida de pesca se debe seleccionar convenientemente la carnada segúna sea la especie en cuya búsqueda se irá, en el caso de la pesca de escualo, éste realmente es todo un tema, más que nada porque existe un amplio abanico de posibilidades.
La carnada que mejor rinde es el filet de róbalo, que es una de las especies ictícolas que abundan en la zona y cuya pesca también es muy entretenida y se lleva a cabo desde la costa. Este pez tiene una carne muy sabrosa que a los escualos les gusta mucho y generalmente su utilización proporciona las mejores capturas.
También se pueden utilizar filetes de magrú, de pejerreyes grandes o de pez elefante; también es recomendable combinar algunas de estas dos últimas opciones con el magrú.
Por último, no hay que olvidarse de remojar la carnada seleccionada en abundante cantidad de aceite de pescado debido a que su fuerte olor atraen fuertemente a estos predadores de gran olfato.
PiquesLuego de unos minutos de haber lanzado las líneas al agua se registró el primer pique; el pez "jugó" un rato con la carnada y finalmente no la tomó. Esto quizás concuerde con el dato que se tenía con respecto a que por esos días en la zona muchas piezas que no eran de gran porte.
Mientras unos buenos mates amenizaban un poco la espera, otra vez la caña de uno de los pescadores que nos acompañaban marcó un buen pique. Sin duda se trataba de un tiburón.
Luego de más de 10 minutos de espera, mientras el pez mordía suavemente la carnada, y después de la clavada, se pudo capturar un hermoso gatopardo de algo más de 10 kilos.
Mientras el pez mordía la carnada se arrimó a la costa y la clavada se logró cuando estaba a no más de 8 metros de la playa, así que no de mandó mucha pelea y enseguida fue arrimado a la rompiente y extraído con el bichero.
El día se presentaba excelente, soleado y muy caluroso, lo que incrementaba las probabilidades de pesca, ya que con esas condiciones los tiburones se acercan a la costa para alimentarse.
No bien se había terminado de sacar del agua al gatopardo, en una de las cañas volvió a registrarse un fuerte pique; una veloz y larga corrida inicial seguida por una aflojada total marcó que otra vez el escualo había desconfiado y no había tragado la carnada.
BajanteYa la bajante se estaba haciendo muy pronunciada, lo que reducía un poco las probabilidades de pesca, pero sin perder la esperanza se seguía intentando dar con los escualos.
Y este "aguante" dio sus frutos, ya que luego de varios minutos otra de las cañas volvió a dar las clásicas sacudidas y luego de asegurase la pieza con fuertes clavadas y varios minutos de pelea se pudo cobrar otro combativo ejemplar de gatopardo cuyo porte fue algo más chico que el que se había capturado un rato antes y que pudo ser devuelto al agua sin que sufriera daño alguna más allá del susto.
Minutos después, un nuevo pique errado resultó ser el capítulo final de esta jornada de pesca de estos colosos del mar, dando por resultado un virtual "empate", ya que si bien hubo capturas, los escualos se las ingeniaron para escarparse en más de una oportunidad, demostrando que no por nada son los reyes en su medio y que su pesca es de las más calificadas.
Créditos:Por Luciano Zorzoli. Publicado en el Diario El Día. (26/01/06)
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