Ante la presencia de una gran cantidad de personas que se congregaron en el Colegio San José Obrero el obispo Alejandro Boccolini ordenó como sacerdote a José Herrera, quien ante los presentes expresó su compromiso de trabajar por los demás.

Durante la ceremonia que se desarrolló en el Gimnasio del Colegio San José Obrero, institución de la que Herrera egresó en el año 1996, Bucccoli acompañado de varios sacerdotes presidió la ceremonia, tras lo cual manifestó en relación al joven sacerdote que el presbiterio “ha sido su punto de referencia que lo ha orientado desde el momento en que se presentó con el deseo explícito de ser sacerdote.

Los años corren para todos, para él corren también pero en otra etapa y en otro momento de su vida, nos alegramos inmensamente con él y agradecemos a la familia el haberlo dado a Dios, los felicitamos porque han sabido acompañarlo, animarlo” y rescató que “ha seguido con fuerza, con entusiasmo esta vocación que Dios le ha dado”.

De igual modo indicó que después de un “tiempo de reflexión que este hermano se ha tomado se ha ordenado sacerdote, tratando de asemejarse con el sacerdocio a Cristo, eterno sacerdote, los sacramentos son parte de su ministerio pero también deberá afrontar los desafíos culturales que tendrá en su vida pero lo logrará en la medida en que realmente llegue a ser generoso como el corazón de Cristo, el punto central de su vida es Cristo y el prójimo”.

Aseveró Buccolini al valorizar que Herrera “con su estilo de vida particular le da importancia a esta llamado, ojalá que haya jóvenes que sientan el llamado porque Dios nunca cesa de llamar, más vale nosotros dejamos de responder, que no falte generosidad, que la alegría que experimenta él sea la alegría de otros jóvenes que aspiran al sacerdocio que vale la pena consagrarse a Dios para trabajar por los demás”.

Tras la consagración por parte del Obispo, Herrera destacó que el sacerdocio “es un regalo de Dios, es un premio y mérito mío, tampoco fui elegido por ser el mejor de un grupo, Dios llama a una misión y soy sacerdote no para mí sino para ustedes.

Esta orden que hoy recibo es para ponerla al servicio de ustedes, servir según el corazón del Señor un corazón que abarca, eso deseo para mi ministerio y las palabras que quiero expresar son de agradecimiento a Dios que me llama y a mi Obispo que hace nueve años cuando yo me acercaba a su oficina me escuchaba y me acompañó”.
 

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Publicado en el Diario Crónica. (10/10/05)