Unas 300 motos de distinta cilindrada llegaron ayer no sólo de otras ciudades del país sino también de Ecuador, Brasil, Inglaterra y Chile, cuyos propietarios hicieron coincidir para esta fecha sus respectivos raids turísticos y de aventura.

Las actividades se concentraron en el cámping de Adosac, ubicado inmediatamente al sur del puerto Caleta Paula, donde anoche se produjo un singular acontecimiento: una pareja de motoqueros locales contrajo matrimonio.

Pero desde muy temprano, la voz del mítico y desparecido roquero Pappo sonaba fuerte por los altoparlantes recordando que “ya va a amanecer”, generándose un clima de fraterna amistad entre los amantes de las motos.
 

Magníficas máquinas

Marcos Zamora y Carlos Ojeda, dos de los integrantes de la comisión organizadora, aludieron a la sensación de libertad que generan estas máquinas sobre todo cuando se conduce en rutas abiertas.

Algunas de las que estaban en el cámping, donde se montó un enorme campamento, llegaban hasta los 1.500 cm3, donde era reconfortante observar la fisonomía de las Harley Davidson o las Shadow, además de otras de fabricación nacional.

De paso, además del intercambio de experiencias y anécdotas, este motoencuentro permitió también conocer algunos avances tecnológicos en relación a elementos complementarios.

Así, comentaban los motoqueros locales, queda claro que en el extranjero los fabricantes dan una gran preponderancia a las medidas de seguridad.

A modo de ejemplo citaron el diseño de las mochilas y el uso de cascos con equipos de comunicaciones para cuando se viaja en grupo, los que además tienen una consistencia liviana y nada permeable a los fuertes golpes en caso de accidente.  

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Publicado en el Diario El Patagónico (27/01/08)