"Portal a los Hielos Eternos" |
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Aunque imprescindibles para la locomoción, las sillas de ruedas tradicionales suelen generar dificultades de adaptación no deseadas, generalmente vinculadas a la postura que deben asumir sus usuarios.Por el hecho de estar sentadas, las personas que padecen alguna disfunción motriz encuentran un sinnúmero de obstáculos al momento de realizar las mismas actividades que el resto de la sociedad considera rutinarias.
Desde los estantes de un kiosco hasta los baños y mingitorios, pasando por teléfonos y carteles de la vía pública, todo el entorno urbano está diseñado para quienes se desplazan afirmados en sus piernas.
También en los hogares, artefactos como cocinas, heladeras y lavarropas presentan contratiempos a quienes se desplazan en sillas de ruedas.
Ante esta situación, Fernando Hillman y Günther Pielman, egresados de Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), decidieron basar su tesis de grado en la creación de un dispositivo de movilidad que permitiera mantener una postura erguida a las personas con discapacidad motriz en los miembros inferiores.
"Consideramos que uno de los problemas principales era la posición que asumía el discapacitado al estar sentado, que lo limitaba bastante", apuntan los diseñadores, y explican: "La premisa fue dejar de adaptar todo el entorno al individuo, como se hace habitualmente con rampas, baños y estantes especiales, para acondicionar la silla al medio".
Así surgió el EVO 5 -que debe su nombre al hecho de ser el quinto prototipo de una serie de ensayos- formado a partir de dos sistemas independientes: por un lado, un mecanismo de soporte que mantiene erguida a la persona y le permite cambiar de postura; y, por el otro, una plataforma de desplazamiento.
El soporte está construido a partir de un mullido asiento con estructura de aluminio y gel dérmico (para reducir el proceso de escaras en la persona) y apoyabrazos y trabas para las rodillas regulables y plegables.
Posee un respaldo ergonómico rígido de plástico -también regulable- que se une a la plataforma a través de un brazo de palanca dotado de un motor paso a paso, que eleva a la persona.
El diseño del soporte posibilita que el ocupante del asiento permanezca siempre perpendicular al suelo, en posición de parado, lo que mejora su estabilidad e interrelación con el medio circundante.
La plataforma de desplazamiento, por su parte, está equipada con suspensión electrónica, motores alojados en las ruedas y orugas que "copian" el terreno. Contiene, además, una computadora de procesamiento de datos, barras estabilizadoras y soportes para los pies, todo asentado sobre un piso estructural de aluminio.
A diferencia de otros equipos, el tamaño del EVO 5 es reducido, lo que permite un desplazamiento ágil en espacios pequeños. Asimismo, es capaz de sortear obstáculos en altura (pequeños escalones o desniveles en el terreno), gracias a un sistema de palancas que permite elevar la plataforma.
También cuenta con la posibilidad de aumentar su superficie de sustentación a partir del despliegue de un par de brazos ubicados en sus extremos. Esto otorga a la persona facilidad para sentarse sin tener que salir del aparato.
Las características mencionadas hacen del EVO 5 un dispositivo apto para interiores y exteriores, a diferencia de las sillas tradicionales que suelen estar diseñadas específicamente para uno de estos dos ámbitos.
Con el fin de aumentar sus prestaciones, los diseñadores crearon un control remoto para dirigir el vehículo, programar sus movimientos y regular las alturas del soporte.
De esta manera, una persona con fuerza suficiente en los brazos puede (desde su cama, por ejemplo) levantar su tronco y ubicarse sobre la silla. A partir de allí, el aparato se encarga de generar la posición erguida.
Más baratoAdemás de las ventajas comparativas que el diseño del EVO 5 posee sobre las sillas de ruedas tradicionales, su precio (8.800 dólares) resulta menor al de los modelos más completos del mercado. Una silla electrónica de última generación cuesta 12 mil dólares en Argentina, mientras que en Europa puede alcanzar los 15 mil euros.
Para calcular el costo del dispositivo, Hillman y Pielman debieron idear una empresa nacional que importara los elementos no disponibles en el país (como los motores eléctricos), que utilizara partes locales (matricería de plástico, piezas estampadas) y que fuera capaz de elaborar 10 mil unidades anuales, la mayoría destinadas a la exportación.
"La mano de obra local y el empleo de piezas nacionales reducen el precio", explican. A pesar de contar con ofertas, la falta de recursos impide que los diseñadores desarrollen un prototipo en funcionamiento.
Ésta es la condición que requiere, por ejemplo, la empresa alemana de productos ortopédicos Otto Bock, interesada en fabricar el EVO 5. "Llega un momento en que falta dinero, entonces se hace difícil coordinar todo el trabajo", se lamentan.
Rompecabezas complejo e interesanteSegún los jóvenes egresados, a medida que se comprometieron con el problema, el trabajo se volvió cada vez más interesante. Sin embargo, destacan que la discapacidad es un tema sumamente complejo y rara vez abordado desde el diseño, lo que los llevó a consultar a expertos en medicina, psicología e ingeniería.
"Se trata de un rompecabezas que se debe armar hasta que todo cierre", sostiene Pielman, y subraya que, a pesar de los límites económicos y temporales, el resultado alcanzado fue altamente satisfactorio.
Por su parte, Hillman explicó que fue necesario proyectar ciertos mecanismos que no estaban disponibles en la ingeniería mecánica. "Contamos con la asistencia del Departamento de Robótica de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) para desarrollar y calcular mejor algunas piezas", concluye.
Crédito:Publicado en el Diario Clarín (26/08/05)
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