En cualquier diccionario encontramos que la palabra convivencia deriva del verbo convivir: vivir en compañía de otro u otros. No hay persona que pueda escapar a esto.

Se convive en el hogar, la escuela, el trabajo, el barrio o el club. Tan antiguas como las sociedades modernas, son las disertaciones acerca de “los modos” de ese convivir.

Y a principios del siglo XXI, la búsqueda para lograr relaciones interpersonales armónicas no ha cesado. Con el objetivo de colaborar e incentivar esta reflexión, la Asociación Argentina para la Infancia distribuye gratuitamente a instituciones relacionadas con la niñez y la familia, un afiche con 12 “Reglas Básicas de Convivencia”.

Se trata de un simple afiche hecho, no por capricho, a dos columnas. De un lado hay seis preguntas y la misma cantidad de respuestas en relación con los hábitos cotidianos. Del otro, y enunciado con la misma fórmula pregunta-respuesta, seis “reglas” de buenas costumbres.

Si bien la preocupación por lograr una buena convivencia sigue siempre vigente, hablar hoy de buenas costumbres parece, cuanto menos, demodé.

“Se cree que son cuestiones que han pasado de moda. Sin embargo, el respeto, los modales, las normas éticas, las buenas costumbres o como se elija llamarlos, son siempre actuales. La gratitud, por ejemplo, no tiene fecha de vencimiento. Se trata de cosas que no son descartables porque son bienes sociales”, afirma María Marta Hall, presidenta de la Asociación Argentina para la Infancia (AAI). La idea original de esta campaña estuvo ligada a las celebraciones del Año Internacional de la Familia, en 2004. Pero gracias al éxito que tuvo y a que ya va por la tercera reimpresión, continuará durante todo el 2005.

El objetivo consiste en proporcionar una herramienta a padres, educadores o líderes grupales para que ellos puedan transmitirlo y reflexionar junto a los niños.

Y que, a su vez, les sea útil para la vida cotidiana. “Se trata simplemente de pensar, educar, construir y especialmente, mejorar. Estos son los conceptos que intentamos transmitir. Y apelamos a que se pueda crear a partir de esto”, asegura Hall.

Así, presentados visualmente de un modo muy claro, puede leerse en la primera columna: “¿Encendió? Apague, ¿Abrió? Cierre, ¿Desarmó? Arme, ¿Rompió? Arregle, ¿Ensució? Limpie, ¿No sabe cómo funciona? No toque”. Y en la segunda: “¿No sabe hacerlo mejor? No critique, ¿No vino a ayudar? No moleste, ¿Pidió prestado? Devuelva, ¿No le pertenece? Pida permiso, ¿Habló? Hágase cargo, ¿Prometió? Cumpla”. Al pie y como modo de cierre: “Siempre pida: Por favor, Y siempre diga: Gracias”.

Enseguida surge la primera pregunta: ¿por qué estas normas y no otras? “Fue una decisión interna, pensamos en función del sentido común y de que sean resumidas, claras y fáciles de recordar”, explica Hall y agrega: “Al decir ‘¿Abrió? Cierre’ acompañado por una canilla, invita a pensar, por ejemplo, en el que paga, en que otro la tiene que cerrar si no lo hace uno, en los que no tienen agua, etc. Se trata de una cuestión ética.

En pensar que si no es bueno para mí tampoco lo es para otro”. Y luego, ¿por qué se dirige de usted y no tutea si es un afiche destinado a los niños? “Se trata de una idea educativa. El afiche es para que los adultos reflexionen junto a los niños.

Por otro lado, el hablar de usted nos resultó, después de pensarlo mucho, más amplio y adaptable a cualquier situación y lugar geográfico”, aclara Hall.

La asociación nació en la Argentina hace casi 50 años como apéndice del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Cuando a mediados de los años ’80 el organismo internacional abrió su sede en el país, se conformó la Asociación Argentina para la Infancia de manera independiente.

“De todos modos el vínculo con UNICEF sigue siendo muy fuerte y uno de nuestros ingresos principales proviene de la venta de sus productos y tarjetas”, asegura María Marta Hall. La institución trabaja con fines educativos y tiene una biblioteca de consulta gratuita con más de 700 textos de temáticas relacionadas con la niñez.

A su vez, organiza jornadas y talleres de reflexión y capacitación sobre infancia, familia o sociedad. Y brinda asesoramiento y orientación acerca de diferentes problemáticas relacionadas con la familia como la adopción o el maltrato.

A la hora de evaluar los resultados parciales de la campaña, Hall dice con orgullo: “la respuesta es impresionante. Nos han llamado de escuelas y hospitales de lugares muy alejados de Buenos Aires. Comenzamos, por una cuestión de costos, con 500 afiches y ya alcanzamos las 1.500 impresiones”.

Sobre la respuesta de la gente, la presidenta cuenta: “nos preguntan si no tenemos una versión para colorear, u otra más chica para pegar en la heladera”. Esas versiones aún no existen. En la Asociación, sin embargo, sueñan con conseguir los fondos que algún día permitan satisfacer estas demandas.

Cómo solicitar el afiche

Contactar a la Asociación Argentina para la Infancia de manera personal, telefónica o vía E-mail:

Av. Belgrano 254 Tel: 4331-2308 - 4330-1703/04 E-mail: aainfancia@speedy.com.ar

El afiche es gratuito, pero si quienes lo solicitan se encuentran lejos de la Capital Federal se lo envía con cobro contra reembolso.  

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Publicado en el Diario Clarín (04/02/05)