El mono relojero (película de 1938)  

El mono relojero (película de 1938). Más videos y fotos: GonBal.

Mucho antes de llegar a la animación, “El mono relojero” fue parte de la reconocida revista infantil “Billiken”. El uruguayo Constancio C. Vigil, quien contaría más adelante con la participación de Enrique Pinti, narra cómo cuento las aventuras de un mono que buscaba enriquecerse vendiendo relojes.
Las ediciones fueron varias, así también como sus ilustradores, entre ellos Federico Ribas, Raúl Stevano, Oscar Fernández y Daniel Branca.

El correr de los años y la mente brillante de Quirino Cristiani hizo posible el paso de “El mono relojero” al mundo de la animación en 1938.
Fue, a su vez, la primera película con sonido óptico en Argentina. Dejando de lado las clásicas figuras dibujadas y recortadas a mano, el humorista gráfico utilizó acetatos para darle vida al mono y los demás personajes.

Disfrutar de la película animada sirve para constatar el parecido con los antiguos cortos o dibujos animados de los estudios Disney. Desde las tipografías elegidas, los sonidos o los dibujos hasta el tipo de humor empleado.
El momento en que el mono confunde la serpiente por liana, logro reavivar recuerdos de mi infancia. Pero si en las fechas de creación nos basamos, todo indica que Cristiani fue fuente de inspiración para muchos... entre ellos Walt Disney.

Si bien conocíamos a Quirino por su capacidad de trabajar solo, la película animada estuvo a cargo de más de un nombre. Eleazar P. Maestre fue el principal encargado de transformar el guión original de Constancio C. Vigil.
Aquellas palabras estuvieron en boca del actor Pepe Iglesias. Sin embargo, las voces necesitaban de un dibujante como Federico Ribas que le diera origen a estos personajes. Juan Oliva y Bogoslav Petanjek contribuyeron al trabajo de animación, que se vería enmarcado por la musicalización de José Vázquez Vigo.

“El mono relojero testimonia concretamente mi deseo de abrir un surco fértil de enseñanza y de sana diversión para nuestro pueblo”, declaró Constancio C. Vigil a la revista Cine Argentino en 1938.
Fue en ese entonces que tanto Quirino como otros artistas de la época vieron al cine como una de las mejores formas para difundir pensamientos y ejemplificar con animaciones, transformándolo así en un importante medio de educación.

Cabe destacar que se trata de la única película filmada por Cristiani que sobrevivió a los incendios, ya que había sido conservada entre los archivos del productor y no entre los del autor.
 

Créditos:

• Extracta del Ensayo de Magali Martinez. Publicado en el Sitio Medium.com.