Esa pelusa que confunde a muchas personas se denomina “vilano” o "papus" y es el método que tienen los álamos para conseguir que sus semillas se esparzan.
Esta pelusa blanquecina inunda las calles y genera el efecto de una nevada cubriendo toda la superficie con un manto blanco.
Las semillas del álamo se envuelven en una especie de pelusas blancas y son transportadas por el viento a grandes distancias.
Germinan en los suelos propicios. En realidad se trata de semillas y no de polen por lo tanto las pelusas no producen alergias pero si son muy moletas para los ojos y para el sistema respiratorio.
Ensucian las calles e ingresan al interior de las casas y se acumulan en los rincones.
Forman un material altamente inflamable que, con demasiado calor, son capaces de producir un incendio.
En botánica, se denomina vilano o papus al conjunto de pelos simples o plumosos, cerdas o escamas que rodean a las diminutas flores que corona en frutos.
Estas estructuras son homólogas al cáliz de cualquier otra flor y, de hecho, son una profunda modificación de los sépalos.
El papus puede ser piloso, diminutamente barbado, o plumoso.
Debido a que es persistente, corona al fruto de las compuestas (llamado cipsela).
Su función es la de permitir o asistir a la planta en la diseminación o dispersión de los frutos y, por ende, de las semillas.
28 de Octubre de 2018. Cañadón Seco, Santa Cruz, Argentina. http://www.gonbal.com.ar